domingo, 19 de octubre de 2008

DOS. ENTRE VISITAS

Volví de las fiestas con una sensación agridulce en la maleta. No sé explicar porqué, o quizás si pero me lo guardo para mí...
Aquí el mal tiempo ha desaparecido, aunque sigue habiendo más humedad. Sigo dando paseos por la playa, unidos a conversaciones más o menos trascendentales con mi hermano, que decidió acompañarme por unos meses, de modo que la soledad ya no es tan grande.
Las clases siguen su curso, sin demasiada dificultad, la verdad es que no suponen ningún reto excesivo. Tan sólo el hecho de aprobar y quitarme algunas asignaturas de la carrera me motivan a acudir a las aulas.
De nuevo, he pensado mucho en mi ciudad. Y cada día que paso aquí la extraño más, nunca me había planteado lo que me gustaba hasta que he estado lejos. Sus calles, esa luz especial, la gente, el frío, el cierzo, no es que sea mejor, es diferente, pero me gustan más allí. Supongo que forman parte de mí. Después de esta experiencia, viajar toma otro sentido.
Estoy a diez días de volver otra semana, pero esta vez he aprendido, vuelvo sin esperar nada, para poder sorprenderme de las cosas buenas y que no me duelan demasiado las malas. No quiero regresar otra vez con esa sensación agridulce quemándome en la garganta.

1 comentario:

1.3Mpx dijo...

http://es.youtube.com/watch?v=OvSZ6_gt0Qc&feature=related

copia y pega.

A mi me anima bastante.

Besos mil.